lunes, 1 de febrero de 2010

EL GRAN RESCATE

PRISIONEROS DE CABANATUAN

Durante la Segunda Guerra Mundial surgieron grandes batallas, grandes atrocidades, grandes dilemas, pero una de las más duras realidades que sufrieron combatientes Estadounidenses juntamente con combatientes filipinos fue el ser prisioneros en el más duro de los campos de prisioneros en el lugar más conocido como CABANATUAN, Filipinas.

Estados Unidos-Japón-Filipinas, durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de estadounidenses quedaron en el olvido en filipinas después de defender la invasión en contra de los japoneses, los cuales lograron tomar el territorio filipino y tomar como prisioneros a toda una unidad.

Los japoneses, fueron durante la Segunda Guerra Mundial uno de los países en conflictos más sádicos y violadores del Derecho Internacional Humanitario en contra de sus contendientes, tanto en el desarrollo la guerra como con sus acciones en contra de los prisioneros de guerra.

El Derecho Internacional Humanitario en su Derecho amplio que nos refiere a la protección de los prisioneros de guerra, la forma de hacer la guerra y sobre todo el comportamiento en la acción, la gran responsabilidad deviene en todo momento del comandante o en si responsabilidad del país en cumplir con dichas obligaciones que si bien son normas universales que protegen el derecho a la vida, en esta ocasión Japón a través de sus acciones y con la gran responsabilidad de cualquier país en conflicto, violaron dichos convenios con el comportamiento que tuvieron en contra de los prisioneros de guerra en el campo de prisioneros de CABANATUAN.

Las grandes masacres cometidas por dicho ejercito en contra de los prisioneros Estadounidenses, utilizando métodos atroces de exterminio masivo que no están contemplados en el derecho de la guerra, así como el trato inhumano y el lugar donde se encontraban los prisioneros, dejaron en la historia cicatrices imborrables a la memoria humana.

Pero, las sangrientas masacres perpetuadas seguían también de innumerables violaciones del DICA, ya que a través de anécdotas, estudios, investigaciones y análisis, de los prisioneros en Cabanatuan, se pudo detectar también la nada colaboración que este país negó a uno de los comités de humanidad más importantes.

El Comité Internacional de la Cruz Roja había enviado grandes cargamentos de comida para los prisioneros en Cabanatuan, esto fue recibido mas no así entregado al destino final que eran los prisioneros, la negación de ayuda en salud, el trato con torturas, la falta de alimentos, un lugar digno, y sobre todo la incomunicación que sufrían en el campo de concentración, fue uno de los episodios más tristes de la segunda guerra mundial, a lo largo de la historia y a través de acciones positivas y negativas el ser humano tiene que entender de los grandes errores cometidos, y que son lecciones que se deben corregir en alguna parte de nuestras vidas.

Los 500 hombres que sobrevivieron en el campo de prisioneros en Cabanatuan tras el Gran Rescate, son la muestra de la abnegación, son la muestra del deseo de vivir, son el ejemplo de comprender que la vida tiene un valor y que a través del Derecho Internacional Humanitario podemos darle vida a la vida, de comprender que la guerra solo es un método de corregir diferencias, que no es un método de exterminar al ser humano, que no es un método de demostrar la ira humana.

La guerra no hace grande a un país, más bien lo destruye.


En memoria de aquellos prisioneros que no lograron sobrevivir a la crueldad del encierro en CABANATUAN, y de aquellos hombres que hoy tienen la dicha de contar una historia que nos deja una enseñanza profunda, una enseñanza de humanidad y de dignidad.




 

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